El proceso de serigrafiado a veces no es factible si existen formas complicadas o irregulares, ya que la lámina de este proceso giratorio no puede entrar en contacto con la zona de impresión deseada. En estos casos se utiliza la impresión tampográfica.
En el proceso de impresión tampográfica una imagen se transfiere desde la máquina de impresión al artículo utilizando un tapón y un cliché. La placa absorbe la tinta del cliché y como el tampón está hecho de silicona flexible, recoge la tinta y la transfiere al diseño presionándolo sobre la pieza.